jueves, 27 de octubre de 2011

SAN JUAN 9







SAN JUAN 9




Al pasar, Jesús vio un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron: "Maestro" ¿Quién ha pecado, él o sus padres? Para que naciese ciego? Contesto Jesús: Ni el a pecado ni sus padres: sino para que se manifiesten en el las obras de Dios. Mientras es de día debemos trabajar en las obras del que me ha enviado: viene la noche cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo.* Dicho esto escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva, le aplico el lodo a los ojos y le dijo: Ve a lavarte en la piscina de Siloé. - que quiere decir enviado-. Fue se lavo y volvió con vista.
Los vecinos y los que lo habían visto antes, pues era un mendigo, decían: ¿No es este el que se sentaba y pedía limosna?
Unos decían: Este es: otros -no sino que se le parece-. El decía: Soy Yo. Entonces le preguntaban: ¿pues como se te han abierto los ojos? Contesto él: El hombre se llama JESUS hizo lodo, me unto los ojos y me dijo: Ve a Siloé y lávate: fui, me lavé y veo. Ellos le preguntaron ¿donde está él? Contesto: No sé. Llevaron a la presencia de los fariseos al ciego de antes. Era sábado el día en que Jesús hizo lodo y abrió sus ojos. Preguntáronle nuevamente los fariseos como había recobrado la vista. El les contesto: Me puso lodo sobre los ojos, me lavé y veo.
Entonces algunos de los fariseos decían: Este hombre no viene de Dios, pues no guarda el sábado; pero otros replican: ¿Cómo puede un pecador hacer semejantes prodigios? y había división entre ellos.
Otra vez preguntaron al ciego: ¿Tú que dices de este que te ha abierto los ojos? Contesto él: "Que es un profeta" No creyeron los judíos que había estado ciego y que había recobrado la vista hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron: ¿Es este el hijo vuestro, que decís que ha nacido ciego? Pues ¿Cómo ve ahora? Los padres respondieron: Sabemos que es nuestro hijo y que nació ciego, pero como ve ahora, no lo sabemos, y quien es el que le ha abierto los ojos, tampoco lo sabemos. Preguntándoselo a él, edad tiene, él hablara de sí mismo. Los padres hablaban de este modo porque tenían miedo a los judíos; pues ya los judíos habían determinado que, si alguno lo reconocía como MESÍAS, fuese expulsado de la sinagoga. Por esos sus padres dijeron: .. Edad tiene, preguntándoselo a él. Llamaron pues por segunda vez al que había estado ciego y le dijeron: Da gloria a Dios, nosotros sabemos que este hombre es pecador. Contesto él: Si es pecador, yo no lo sé; una cosa sé: que yo estaba ciego y ahora veo. Preguntáronle de nuevo: ¿Que es lo que hizo? ¿Cómo abrió los ojos? Les respondió: Ya os he dicho, y no habéis creído: ¿a qué queréis oírlo de nuevo? ¿Acaso queréis haceros sus discípulos? Ellos lo insultaron y le dijeron: Tú eres su discípulo, nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que Dios hablo a Moisés: éste no sabemos de donde es. El les replico: ..En esto esta lo admirable, que vosotros no sabéis de donde es, y me ha abierto a mí los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino que escucha a quien es piadoso y hace su voluntad. Jamás se ha oído decir que nadie haya abierto los ojos a un ciego de nacimiento. Si este no viniera de Dios, no podría hacer nada. Ellos le contestaron: Has nacido todo en pecado, ¿y tú nos enseñas a nosotros? Y lo excomulgaron.
Jesús dijo: ..He venido a este mundo para llevar a cabo un juicio: los que no ven, verán, y los que ven se volverán ciegos. Al oír esto algunos fariseos que estaban allí con él le dijeron: ¿Así que también nosotros somos ciegos? ....Jesús les contestó: “Si fueran ciegos, no tendrían pecado. Pero ustedes dicen: “Vemos”, y esa es la prueba de su pecado.”



REFLEXION
El ciego entiende inmediatamente el significado de su Curación, pero no así sus padres temerosos y los Oportunistas de los fariseos, que son buenos para juzgar y que se condenan a sí mismos.
Nuestra razón bien seamos gente sencilla o bien Instruida, se limita comúnmente a profundizar en las Causas físicas, mas deja la parte espiritual relegada a un segundo plano. No así, el ciego tuvo fe, que es parte de la espiritualidad y su fe en el hombre Jesús, lo curó.






LEONO

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